El nuevo año apenas comienza, y aún estamos asimilando que hemos cambiado de calendario. Es el momento perfecto para hacer balance de lo que significó el 2024 para nosotros: lo que vivimos, lo que aprendimos y cómo hemos crecido.
Personalmente, me gusta cerrar el año con un resumen/balance de lo que este representó para mí. Sin embargo, enero a veces parece tan distante, que resulta difícil recordar dónde estábamos al comienzos de año. Para facilitar esta práctica, suelo utilizar un guion como el que hoy quiero compartir contigo. Es mi forma de detenerme, observar y reflexionar sobre lo que fue y lo que no fue. En un mundo donde vivimos tan deprisa, detenernos a mirar hacia atrás nos permite enfocarnos en nuestras vidas y trazar el camino hacia donde queremos ir.
A menudo sentimos que estamos estancados o en situaciones que no nos agradan, sin saber exactamente cómo llegamos ahí o cómo salir. Por eso, te invito a detenerte, observar y, si puedes, escribir tus reflexiones. Está científicamente demostrado que escribir nuestros pensamientos les da mayor poder en nuestro cerebro y facilitar su procesamiento.
Una Guía para Reflexionar sobre el 2024
Te propongo este ejercicio para hacer un balance del año que termina. Tómate un momento, responde estas preguntas y escribe tus respuestas:
- Escribe tres situaciones que te dieron felicidad este año.
- ¿Cuál fue tu mayor desafío en 2024?
- ¿Quiénes son tus tres “personas vitamina”? (Esas personas que te llenan de energía y recargan tu ánimo).
- ¿Cuál fue el peor momento que viviste en 2024?
- Describe este año en tres palabras.
- Escribe tres metas para el 2025.
- Escribe tres cosas por las que agradeces al 2024.
- Da un consejo a tu «yo» de principios del 2024.
Con este ejercicio, te invitamos a hacer un repaso del año que dejamos atrás. Es probable que descubras más cosas buenas de las que pensabas y, desde esta nueva conciencia, podrás proyectar mejor tus objetivos y avanzar hacia aquello que deseas alcanzar.
Metas y Propósitos: El Camino hacia el Futuro
Trazar propósitos nos ayuda a tener un norte, una meta, un objetivo claro. A mí, personalmente, me gusta pensar en ellos como un camino. Este camino nos guía hacia donde queremos estar.
Lo ideal es fijarnos metas pequeñas y alcanzables, para luego progresar desde ahí. Muchas veces fallamos porque nos imponemos objetivos poco realistas. La clave está en ir comenzando con pasos sencillos y, gradualmente, ir aumentando el nivel de dificultad.
Por ejemplo, si tu objetivo es desarrollar una práctica regular de yoga, en lugar de proponerte practicar 90 minutos todos los días desde el principio, sería mucho más alcanzable fijarte como meta inicial practicar solo 15 minutos al día. Una vez que logres esos 15 minutos de forma constante, te será mucho más fácil ir incrementando el tiempo de práctica.
Otros ejemplos de pequeñas metas que puedes implementar fácilmente son, por ejemplo, si deseas mejorar tu alimentación y comer de manera más saludable. Podrías empezar por incluir una porción adicional de fruta o verdura en tu dieta diaria, o realizar cambios en una de tus comidas para que sea más nutritiva y equilibrada.
Si lo que buscas es establecer una rutina de lectura y reducir el uso del móvil por las noches, una meta inicial podría ser leer cinco páginas de un libro antes de acostarte. Este hábito no solo fomentará la lectura, sino que también contribuirá a un descanso más reparador al disminuir el tiempo frente a las pantallas.
Recuerda, como bien dice un refrán español:
«Paso a paso se llega lejos».
Cada pequeño paso que des este año puede acercarte a tus metas y ayudarte a construir la vida que deseas. No importa lo grandes o pequeños sean tus propósitos, lo importante es avanzar con constancia y determinación. Paso a paso.
Te deseo un 2025 lleno de aprendizajes, logros y momentos de felicidad. Que este año nuevo sea la oportunidad perfecta para crecer, agradecer y seguir avanzando hacia tus sueños.
¡Feliz Año Nuevo!
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