Yoga y bienestar

Beneficios del Yoga

Las practicantes de yoga sabemos bien lo beneficioso que es para nuestro cuerpo y nuestra salud en general. Tras la práctica, nos sentimos renovadas y si por algún motivo no podemos ir a clase durante unos días, notamos más estrés, rigidez, pesadez y en definitiva, un malestar general. Esto se debe a que el yoga trabaja en todos los aspectos de nuestra persona: físico, mental, emocional, psíquico y espiritual.

Ahora, la ciencia ha confirmado a través de numerosos estudios los enormes beneficios que el yoga tiene para la salud general.

Beneficios Físicos del Yoga

Como ejercicio físico, el yoga mejora todo el sistema musculoesquelético. Los músculos se fortalecen, se vuelven más flexibles y resistentes. Las posturas (asanas) aumentan la elasticidad y movilidad de las articulaciones, retrasando su deterioro. Los huesos se fortalecen, frenando la pérdida de masa ósea, y la postura corporal mejora, aliviando la presión en los discos intervertebrales y reduciendo su desgaste.

El equilibrio es otro aspecto clave que se beneficia de la práctica de asanas. Nuestro equilibrio y conciencia corporal mejoran, lo que reduce el riesgo de caídas y fracturas, aumenta la coordinación y nos hace más ágiles. Además, el equilibrio mejora nuestra capacidad de concentración.

La flexibilidad es uno de los primeros cambios que observamos al empezar a practicar yoga. Con más flexibilidad, desaparecen muchos dolores causados por tensiones musculares y malas posturas. Nuestra movilidad y agilidad aumentan considerablemente.

El yoga también fortalece el sistema inmunológico, como han demostrado estudios científicos. No solo nuestros músculos y huesos se vuelven más fuertes, sino que nuestro cuerpo en general se vuelve más resistente a enfermedades.

La Importancia de la respiración en el Yoga

Pero el yoga es mucho más que ejercicio físico. La respiración es un aspecto fundamental en el yoga. Una respiración consciente, larga y profunda maximiza los beneficios de la práctica. Al ser conscientes de nuestra respiración, aumentamos su capacidad y calidad, lo que nos aporta una mejor oxigenación. Esto influye positivamente en el sistema cardíaco, el metabolismo (eliminación de toxinas, digestión, procesos hormonales) y el sistema nervioso, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad. Como resultado, dormimos mejor, aumentamos la concentración, la energía e incluso la autoestima.

Conclusión

El yoga es una disciplina con más de 4000 años de antigüedad y con una enorme cantidad de beneficios. Sin embargo, es importante recordar que el yoga puede ser lesivo si no se practica adecuadamente. Ir más allá de lo que nuestro cuerpo permite, hacer mal las posturas por una técnica incorrecta o por falta de conciencia corporal puede llevar a lesiones. Por ello, es esencial contar con un buen profesor que corrija y supervise nuestro progreso, y ser conscientes de nuestras limitaciones sin excederlas.


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